Me gusta más el ritual del mate que el sabor del mate en sí. Me gusta recibir algo gratuita y generosamente, y compartirlo con otro/s, tomar de una misma bombilla como si nos nutriéramos del mismo pecho.
Cuando uno toma mate en soledad es porque quiere recordar momentos en los que tomó mate con otros. La diferencia entre tomar mate con alguien y tomarlo solo es comparable a la que existe entre una relación sexual de a dos y la masturbación.
El sabor del mate es amargo, poco hospitalario, para recordar lo amargo de la vida y compartir esa amargura con otros, es sentirse a la par de sus congéneres en el sufrimiento. El mate es compartir la amargura de la vida con otros, que por el hecho de ser compartida es menos amarga.
Primavera 2024 (83)
Hace 1 hora
6 comentarios:
Muy buena la comparación entre el mate y el sexo/masturbación!
Cierra el famoso concepto de ¿Tomamos mate o cojemos?
Me pasa lo mismo: el sabor en sí no me agrada mucho, sí el compartir el ritual y participar de él.
Y el Fernet, que es el paralelo alcohólico del mate. Al menos esa viene siendo mi hipóstesix.
A mí me da por tomar mate como compañía en la mesa. Una manera de tomar algo tibio que no se enfría tan rápido. Es un sorbo amargo (o dulce si le pone azucar), es hierbas, no es café, parecido a un té.
¿o será que me acostumbré al mate cordobés que es más yerba cerrana que yerba mate? je.
Igual el mate es mejor compartido, es mejor como ritual grupal, como pase de mano entre gente que comparte un espacio. El mate hace de los conocidos amigos, tiene la virtud de achicar las brechas de la incomodidad frente a los desconocidos.
mar: me gustó lo de "tiene la virtud de achicar las brechas de la incomodidad frente a los desconocidos"
Una comparación un poco más insana:
Para mí el mate es como fumar. No hay cosa más linda que estar entre amigos y que empiecen de a poco a sacar los puchos...
Y no por eso, uno no deja de fumar solo, aunque es más onanista.
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