Ayer me quedé con las ganas de ver "
Historias extraordinarias", la película de Mariano Llinás que ganó el BAFICI de este año.
Estaba anunciada a las 18.30. Llegamos 18.10. Nunca había visto tanta gente junta en la explanada del MALBA, había una nutrida fila de personas que bajaba hasta la avenida Figueroa Alcorta y otras tantas revoloteando por el lugar. Como era previsible, en la boletería hace rato habían colgado dos cartelitos que anunciaban que las entradas de ese día para la película estaban agotadas.
Es un verdadero suceso para nuestro cine que una película que dura
4 horas y que se hizo sin subsidio del instituo de Cine (sólo con aportes privados) genere esta reacción. Esto es lo lindo de nuestra turbulenta cultura: así como se producen toneladas de carroña visual, al mismo tiempo aparecen estos emprendimientos únicos, heroicos, que le dan una mística particular. Así somos nosotros, las grandes cosas no las producimos en serie, sino con cuentagotas.
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