Películas "All you can eat"

Algunos restaurantes de tenedor libre en EEUU tienen esa frase en la vidriera como atractivo para sus clientes: "All you can eat": comé todo lo que puedas. Es esa sensación de algo ilimitado, de abundancia, de quedar pipón, de haber probado muchas cosas diferentes en cualquier orden y a gusto.

Considero que hay películas así, "tenedor libre", de las que uno sale pipón, rechoncho. Es un estado fronterizo al empalago, pero las buenas películas "all you can eat" (Hellboy 2, Spiderman 3) no cruzan esa línea que las convertiría en bodrios (como sucede con la extensa "King Kong" de Peter Jackson).

Como en los restaurantes, hay tenedores libres de calidad y otros que no. El caso de Hellboy 2: El ejército dorado pertenece al primer grupo: todo es felizmente barroco, complejo y detallista. La abundancia y riqueza de la fauna de la película hacen por momentos pensar en el universo Star Wars, no como comparación, sino como celebración de que alguien por fin se haya puesto en un nivel por lo menos cercano a la obra maestra de George Lucas. Esto es mérito en mayor medida del genial director mexicano Guillermo del Toro (El Laberinto del Fauno), que aquí no deja de sorprender con su poderoso despliegue visual.

Cabe decir que Del Toro rechazó dirigir "Soy Leyenda" y la nueva de Harry Potter para poder hacer esta segunda parte de Hellboy, que en sus dos horas son puro deleite y riqueza visual. Buenos momentos de humor, de épica, personajes bellísimos, buena acción, todo está en su medida justa.

Un diablo como héroe outlaw (la tendencia que tienen ahora los superhéroes: hacer el bien pero ser rechazados por la sociedad), un personaje mítico y rubio como villano, hermosas mujeres (Selma Blair, Anna Walton), criaturas bizarras aquí y allá (donde se destacan por su gracia y ferocidad los monstruitos come-dientes), y por último el cameo del gran actor-director español Santiago Segura hacen de ésta una de las películas pochocleras más celebrables de este 2008. Todo el pochoclo que puedas comer.